Una bandada de palomas de colores / stormi di piccioni colorati
de/di Noemi Neri (traducción al italiano al final de la página)
Mientras intento orientarme mirando afuera desde la terraza de casa, un ave de colores llama mi atención. Se ha puesto ahora en el arbol en frente a mí, es azul, rosa brillante, naranjo. Pero al mirarlo parece un palomo de verdad, un raro palomo de colores. Empiezo a buscar en internet las aves tipico de españa pero no encuentro nada que parece a él, así pregunto enseñando su foto y se abre un mundo: descrubro la colombicoltura.
Es un deporte que nació en la Comunidad valenciana y luego se extendió por toda la España, donde hoy hay acerca de 50 mil licencias. Me pongo en contacto con el Presidente de la Comunidad valenciana de colombicoltura, Ricardo Garcia Esparza, que gentilmente contesta a mis preguntas.
Cómo funciona el deporte de la colombicoltura?
Ricardo Garcia Esparza: «Los palomos son criados y preparados para participar en los concursos. Cada socio elige un nombre y un color que lo distinga con el que teñir las plumas. Teñimos solo los machos y gana el macho que se empareja con la hembra. Hay árbitros que juzgan cuidadosamente el desarrollo del concurso, hay reunión cada día».
Que tipo de tinte utilizaís y son dañinas para los palomos?
R. G. E.: «No, no hay algún tipo de daño y los palomos cambian sus plumas rápidamente. Nosotros queremos nuestros palomos, les damos vitaminas, les llevamos al veterinario, están muy cuidados. Este deporte para mí es una manera de fuga, una tradición antigua, yo lo hago desde cuando tenía 9 años. Para colorearlos utilizamos anilina, alcohol y tinte para el cabello».
A que época se remonta este deporte?
R. G. E.: «Así como lo conocimos, con los concursos, podríamos decir al empezar de ‘900, pero hay ordenanzas que rigen los vuelos ya desde el 1700».
Como recogéis vuestros palomos cuando el concurso está terminado?
R. G. E.: «Además del color que los asocia con el dueño, tienen un radiolocalizador».
En que consiste el premio del ganador?
R. G. E.: «Hay varias rondas donde cada vez se eligen los palomos mejores que de nivel local van a los concursos provinciales, de Comunidad y luego de toda España. Quien gana el campeonato de la Comunidad valenciana, obtiene un premio de 18 mil euros».
Doy las gracias al Presidente y unos días después, por casualidad encuentro a un hombre por la calle con dos palomos, uno es de colores! Es Juan Carlos Monteró, un apasionado que hace 30 años que practica colombicoltura. En su casa tiene acerca de 25 palomos y su padre tiene otros 40. Me enseña la hembra en la que hay atado como un lacito blanco para distinguirla entre otras hembras y el macho con su anilla en la pata. Me explica que la parte de arriba puede ser pintada de cualquier manera, aquella que asocia el ave con el dueño es la tinta debajo del ala. Para sus palomos ha elegido el azul y el pistacho, que le gusta a su hija.
De su grupo, selecciona dos o tres palomos para participar en los concursos, cada inscripción cuesta 60 euros y cada participante debe tener una licencia. “Hay menos cortejos que antes, ahora los palomos son más directos, entonces cuando el macho “conquista” la hembra, los dividimos para que no se hagan daño”, dice.
Mientras hablamos, Juan Carlos se anima, se nota que tiene una gran pasión. Me cuenta de los torneos de Navidad con los amigos donde ponen en juego un buen jamón ibérico, como elige los nombres para sus palomos, uno lo llamó Camarón, en homenaje a un famoso cantaor de flamenco. Me enseña algunas cajas encima de una casa, donde están los machos a solas. Recuerda las veces que se subía sobre los pinos para recoger las aves, contando con animo que queda casi a diario con los amigos con los cuales comparte esta pasión, con el permiso bondadoso de las esposas.
Los palomos parecen ser los verdaderos protagonistas, los criadores tienen como una devoción, en cuanto vean que están refriados o tristes, los llevan al veterinario. La organización y el cuidado de quienes practican este deporte a nivel familiar, no puede ser para ganar dinero, es decir, es como si entrenan un equipo de pueblo respecto a uno de serie A.
Justo al principio de este año ha entrado en vigor la Ley 17/2021 del 15 de diciembre, que cambia el régimen jurídico de los animales. Si antes estaban considerados como ‘bienes muebles’ ahora son “seres vivos dotados de sensibilidad”. En el curso del 2022, España está cambiando su relación con los animales de camino hacia una ley sobre su protección.
Algunos de los puntos que ya están en vigor están relacionados con la prohibición de la compra de animales en tienda, sanciones más fuertes para quien abandona o abusa (la pena para el combate entre gallos puede llegar hasta 600.000 euros, por ejemplo), prohibición en el uso de animales salvajes en los circos, nueva gestión de los animales en caso de divorcio.
Van a cambiar también las reglas sobre la crianza, con límites para camadas y no más de cinco animales por casa, controles veterinarios y nuevo reglamento para criadores. Como va a influir todo esto con la colombicoltura? Aún no se sabe cómo serán tratados los palomos deportivosbajo la nueva ley que se está gestando, mientras tanto, en el sitio oficial de la Federación española real de colombicoltura, escriben que miran a estos cambios con preocupación y no son los únicos, también el clero ha hecho una declaración sobre el tema, hablaré de esto más en otro artículo.
Testo in italiano
traduzione di Noemi Neri
Sto cercando di orientarmi guardando fuori dal terrazzo di casa, un uccello colorato attrae la mia attenzione. Si è appena posato sull’albero di fronte, è azzurro, fucsia, arancione. Eppure a guardarlo sembra proprio un piccione, uno strano piccione colorato. Inizio a cercare su internet quali siano i volatili tipici spagnoli ma non trovo niente che gli somigli, così chiedo in giro mostrando la foto che ho fatto e si apre un mondo: la colombicoltura.
Si tratta di uno sport nato nella Comunità valenciana che si è poi esteso in tutta la Spagna, dove oggi ci sono circa 50 mila licenze. Mi metto in contatto con il Presidente della Federazione di Colombicoltura della Comunità valenciana, il Signor Ricardo Garcia Esparza, che gentilmente risponde alle mie domande.
Come funziona lo sport della colombicoltura?
Ricardo Garcia Esparza: «I piccioni vengono allevati e preparati per partecipare alle gare. Ogni socio dà loro un nome e sceglie un colore che lo contraddistingua con cui tingere le piume. Vengono tinti soltanto i maschi e vince il maschio che si accoppia con la femmina. Ci sono gli arbitri che giudicano attentamente lo svolgimento della gara, questi ritrovi avvengono quotidianamente».
Che tipo di tinte utilizzate e non sono dannose per i piccioni?
R. G. E.: «No, non fanno nessun tipo di danno, inoltre i piccioni cambiano velocemente le piume. Noi amiamo i nostri piccioni, gli diamo le vitamine, li portiamo dal veterinario, sono molto seguiti e curati. Questo sport rappresenta per me una via di fuga, è un’antica tradizione, io lo faccio dall’età di 9 anni. Per colorarli utilizziamo anilina, alcol e la tinta per capelli».
A che epoca risale questo sport?
R. G. E.: «Così come lo conosciamo, con le competizioni, possiamo dire gli inizi del ‘900, ma ci sono ordinanze che regolano i voli già dal 1700».
Come fate a riprendere i vostri piccioni a fine gara?
R. G. E.: «Oltre al colore, che li associa al proprietario, hanno un radiolocalizzatore».
In cosa consiste il premio del vincitore?
R. G. E.: «Ci sono vari gironi in cui di volta in volta vengono selezionati i piccioni migliori, i quali dal livello locale passeranno ai campionati provinciali, di Comunità e poi di tutta la Spagna. Chi vince il campionato della Comunità valenciana ottiene un premio in denaro di circa 18 mila euro».
Ringrazio il Presidente e qualche giorno dopo, il caso vuole che incontri per strada un uomo con due piccioni, uno è colorato! Si tratta di Juan Carlos Monteró, un appassionato che pratica la colombicoltura da trent’anni. In casa ha circa 25 piccioni, suo padre ne ha altri 40. Mi mostra la femmina, alla quale è legato un piccolo laccetto bianco per distinguerla da altre femmine e il maschio con il suo anellino alla zampa. Mi spiega che la parte superiore può essere colorata in ogni modo, quella che associa il volatile al proprietario è la tinta sotto l’ala. Per i suoi piccioni ha scelto l’azzurro e il verde pistacchio, che piace a sua figlia.
Del suo gruppo, seleziona due o tre piccioni per partecipare alle gare, ogni iscrizione costa circa 60 euro e ogni partecipante deve avere una licenza. “Rispetto a prima c’è meno corteggiamento, l’approccio è più diretto, per cui appena il maschio ‘conquista’ la femmina, li dividiamo in modo che non si facciano male” dice.
Via via che parliamo, Juan Carlos si anima, si vede che ha una grande passione. Mi racconta dei tornei di Natale fatti con gli amici in cui mettono in palio un buon prosciutto iberico, di come sceglie i nomi da dare ai piccioni: uno lo ha chiamato Camaron, in omaggio a un famoso cantante di flamenco. Mi mostra alcune casse in cima a una casa, dove i maschi vengono tenuti singolarmente. Ricorda delle volte in cui si è dovuto arrampicare sui pini per recuperare i volatili, raccontando con entusiasmo il ritrovo, quasi quotidiano, con gli amici che condividono questa passione, con buona pace delle mogli.
I piccioni sembrano essere i veri protagonisti, i loro allevatori nutrono come una devozione, non appena li vedono raffreddati o tristi li portano dal veterinario. L’organizzazione e la cura di coloro che praticano questo sport a livello familiare, non può essere ricondotta alla motivazione di vincere premi in denaro – per fare un paragone è come se allenassero una piccola squadra di calcio di paese rispetto alla serie A.
Proprio all’inizio di quest’anno è entrata in vigore la Legge 17/2021 del 15 dicembre, che modifica il regime giuridico degli animali. Se prima venivano considerati ‘beni mobili’, ora sono “esseri viventi dotati di sensibilità”. Durante il corso del 2022 la Spagna cambierà il suo rapporto con gli animali andando verso una legge sulla loro protezione.
Alcuni dei punti già entrati in vigore riguardano il divieto di vendita nei negozi di animali domestici, pene più severe per chi li abbandona o maltratta (la sanzione per il combattimento di galli può arrivare a 600.000 euro, per fare un esempio), veto di utilizzo di fauna selvatica nei circhi, nuova gestione dell’animale in caso di divorzio.
Cambieranno le regole anche in merito agli allevamenti, con limiti per le cucciolate e non più di cinque animali per abitazione, controlli veterinari e nuova regolamentazione per gli allevatori. Come influirà questo sulla colombicoltura? Ancora non si conosce come verranno trattati i piccioni sportivi nell’ambito della nuova legge che va configurandosi, intanto, sul sito ufficiale della Federazione spagnola reale di colombicoltura, fanno sapere che guardano a queste modifiche con preoccupazione e non sono gli unici, anche il clero si è espresso in merito – ma ne parlerò più specificamente in un altro articolo.
Viernes, 25 Febrero 2022/ venerdì, 25 febbraio 2022
Foto: Juan Carlos Monteró y palomas de colores / J. C. M. e alcuni colombi colorati (de/di Noemi Neri).
Palomas de colore en vuelo / Colombi colorati in volo: https://vm.tiktok.com/ZMLk2hWKt/ (video de/di Noemi Neri).
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