El ‘espíritu’ europeo en la musica moderna y contemporánea / Lo ‘spirito’ europeo nella musica moderna e contemporanea
de/di Daniele Rizzo (traducción al italiano al final de la página)
Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña (OBC), Vasily Petrenko y Nancy Fabiola Herrera ofrecen a L’Auditori un concierto paradigmático de la música moderna y contemporánea.
Fue un fenómeno de extrema complejidad y audacia que animó la música occidental entre los siglos XIX y XX. Inervado por múltiples instancias artísticas y culturales, el horizonte compositivo fue literalmente perturbado al ver las convenciones tradicionales desvanecidas en una revolución formal sin precedentes. En efecto, la proliferación de las experimentaciones y la caída del paradigma clásico determinó, en la música de aquel período, la superación definitiva antes del tabú de la dimensión tonal y luego de la construcción melódica prestando especial atención a la redefinición de la relación entre sonido y silencio.
Aquella experimentación tuvo dos momentos cruciales en la Escuela de Viena y en la Internationale Ferienkurse für Neue Musik Darmstadt y su éxito fue controvertido, porque el vacío generado, por un lado, abrió las puertas a extraordinarias innovaciones técnico-compositivas asociados – a menudo – a ámbitos externos, como la ciencia, la mística y la especulación teórica; mientras que, por otro lado, condujo a cruzar los límites de la inhabilidad, haciéndose pura búsqueda.
Hoy, esta ruta propone el rescate del factor emocional, pero sin que su nueva atención a la ‘capacidad de atracción’ significa olvidarse la experimentación y, vista por completo, la programación de L’Auditori representa una ‘descripción’ ejemplar de este cuadro extremadamente complejo y aunque tiene el mérito que el público descubra la profunda y variada escena musical contemporánea en sus más diversificadas formas expresivas. Y lo hace tanto en sus características de vanguardia (véase el concierto Karlheinz Stockhausen: https://teatro.persinsala.it/karlheinz-stockhausen/61580/), como en los más próximos al rescate de la participación del público.
El muy alto nivel de ‘repertorio’ propuesto para la noche del 12 de junio prueba aún más lo que está acabado de describir.
Recuperando la sugerencia de Arnold Schönberg a la segunda escuela de Viena de actuar una reflexión sobre el lenguaje bachiano, el arreglo orquestal hizo por Anton Webern de Musikalisches Opfer (BWV 1079) de Johann Sebastian Bach (que, conjunto con Arte de la fuga, es muy probablemente su obra de más ardua ejecución e interpretación) no fue, en efecto, una operación ‘técnica’ destinada a ‘explicitar el implícito en la partitura original’. La reescritura weberiana fue, en cambio, una auténtica reorganización musical según los principios teóricos específicos de la schoenberghiana Klangfarbenmelodie obtenida a través de la fragmentación del tema entre los diferentes instrumentos y la polifonía disgregada sobre una variedad de timbres y registros sonoros, y con el fin de lograr una renovada coherencia entre las líneas sonoras en su continuo entrelazamiento.
Sin embargo, losGurre-Liederfueron obra de un joven Schönberg todavía vinculado a las estructuras de la música tonal y, considerados por Claude Rostand una de las piezas más importantes de la historia de la música, a primera escucha siguen apareciendo inmersos en una atmósfera post-romántica, sino precisamente post-wagneriana.
En realidad, ya en estos Lieder, Schönberg había reaccionado contra el (también propio) gigantismo orquestal realizando un redimensionamiento camerístico y había preanunciado algunos rasgos revolucionarios de su propia música, como el Sprechgesang – es decir, una ‘canción hablada’ (o ‘voz hablada’) intermedia entre la interpretación prosaica y la entonación cantada.
La elección de proponer por parte de L’Auditori elLied der Waldtaube tiene mucho sentido para entender la evolución posterior de Schönberg porque se trata del último canto de la primera parte, el que, luego una amplia introducción sinfónica y un clima crepuscular, se vuelve de manera profundamente dramática culminando en una atmósfera de intensidad casi expresionista y con el anuncio de la muerte («Helwigs Falke war’s der grausam Gurres Taube zerriß», «Fue el halcón de Helwig quien desgarró cruelmente la paloma de Gurre»).
La tercera pieza proviene de la producción del genio precoz de Félix Mendelssohn. Compuesta en sus veinte años y después del extraordinario éxito de la dirección de la Pasión según San Mateo de Bach, la Sinfonía n.º 5 en Re La Riforma, op. 107 quería celebrar el tricentenario de la Confesión de Augsburgo (o Confessio Augustana) de 1530, aunque varias vicisitudes retrasaron su ejecución a 1832 y su publicación a 1868.
El mismo Mendelssohn tuvo un juicio severo sobre esta obra, caracterizada por una escritura no siempre equilibrada y no exenta de un énfasis retórico, por lo menos cuando se vea en relación a los resultados homogéneos – por ejemplo – de Italiana. Sin embargo, en esta Sinfonía no faltan ciertamente los elementos de interés y novedad, como el principio cíclico del material temático que vuelve en el primer y último movimiento, citas de cantos religiosos y un considerable impulso emocional – es decir, elementos que determinaron una severa dilatación rítmica conjunta con una solemnidad propia del culto reformado, por ejemplo con el importante uso del estilo ‘fugato’.
Este camino entre los gigantes del ‘espíritu’ de la cultura europea moderna y contemporánea, por su dificultad técnica e interpretativa, no habría podido tener mejores intérpretes que los admirados en la Sala Pau Casals de l’Auditori de Barcelona, o sea la Orquesta Sinfónica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC), cuyo altísimo nivel nunca deja de asombrar, el mezzosoprano Nancy Fabiola Herrera, con su amplio y potente registro vocal, y Vasily Petrenko, cuya dirección se ha distinguido por elegancia y precisión.
Por lo tanto, un concierto no sólo perfectamente logrado, sino también capaz de ofrecer al público la envidiable posibilidad de ‘admirar’ la música culta occidental en gran parte de su complejidad.
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Testo in italiano
traduzione di Daniele Rizzo
L’Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña (OBC), Vasily Petrenko e Nancy Fabiola Herrera offrono a L’Auditori un concerto paradigmatico della musica moderna e contemporanea.
Ad animare la musica occidentale tra Ottocento e Novecento è stato un fenomeno di estrema complessità e audacia. Innervato da molteplici istanze artistico-culturali, l’orizzonte compositivo venne letteralmente sconvolto vedendo tramontare le convenzioni tradizionali in una rivoluzione formale senza precedenti. Infatti, la proliferazione delle sperimentazioni e la caduta del paradigma classico visse, nella musica di quel periodo, il definitivo superamento, prima, del tabù della dimensione tonale e, poi, della costruzione melodica ponendo particolare attenzione alla ridefinizione del rapporto tra suono e silenzio.
Gli esiti di quella sperimentazione, che ebbe due momenti cruciali nella Scuola di Vienna e nella Internationale Ferienkurse für Neue Musik Darmstadt, furono controversi, perché il vuoto generatosi, da un lato aprì le porte a straordinarie innovazioni tecnico-compositive connesse – non di rado – ad ambiti esterni, come la scienza, la mistica, la speculazione teorica; mentre, dall’altro, condusse a varcare i confini dell’inascolabilità facendosi pura ricerca.
Oggi, questo percorso propone un recupero del fattore emotivo, senza però che questa nuova attenzione alla ‘attrattività’ significhi trascurare la sperimentazione e, vista nella sua interezza, la programmazione de L’Auditori rappresenta uno spaccato esemplare di questo quadro estremamente complesso avendo il pregio di far scoprire al pubblico la profonda e variegata scena musicale contemporanea nelle sue più diversificate modalità espressive. Sia nei suoi connotati fortemente avanguardisti (come nel caso di Karlheinz Stockhausen: https://teatro.persinsala.it/karlheinz-stockhausen/61580/), sia in quelli vicini al recupero del coinvolgimento del pubblico.
Il repertorio di altissimo livello proposto nella serata del 12 giugno testimonia ulteriormente proprio quanto appena descritto.
Riprendendo l’invito di Arnold Schönberg alla seconda scuola di Vienna di una riflessione sul linguaggio bachiano, l’arrangiamento per orchestra di Anton Webern dal Musikalisches Opfer (BWV 1079) di Johann Sebastian Bach (che, insieme all’Arte della fuga è forse la sua opera di più ardua esecuzione e interpretazione) non fu infatti un’operazione tecnica finalizzata a ‘rendere esplicito quanto era implicito nello spartito originario’. La riscrittura weberiana fu, al contrario, un’autentica riorganizzazione musicale secondo i principi teorici specifici della schoenberghiana Klangfarbenmelodie (melodia di timbri) ottenuta attraverso la frantumazione del tema tra i diversi strumenti e la polifonia disgregata su una varietà di timbri e registri sonori, e finalizzata a realizzare in tal modo una rinnovata coerenza tra linee sonore in un continuo intrecciarsi.
I Gurre-Lieder sono, invece, opera di un giovane Schönberg ancora legato alle strutture della tonalità. Considerati da Claude Rostand una delle opere più importanti della storia della musica, a un primo ascolto continuano ad apparire immersi in una atmosfera tardo-romantico, se non proprio post-wagneriana.
In realtà, già in questi LiederSchönberg aveva reagito contro il (proprio) gigantismo orchestrale operando un ridimensionamento cameristico e preannunciando alcuni tratti rivoluzionari della propria musica, come l’uso dello Sprechgesang, cioè un ‘canto-parlato’ intermedio tra recitazione prosastica e intonazione cantata.
La scelta de L’Auditori di proporre il Lied der Waldtaube è particolarmente significativa della successiva evoluzione di Schönberg perché si tratta dell’ultimo canto della prima parte, il quale, dopo un’ampia introduzione sinfonica e un clima crepuscolare, assume caratteristiche profondamente drammatiche culminando in un’atmosfera d’intensità quasi espressionistica e con l’annuncio della morte («Helwigs Falke war’s der grausam Gurres Taube zerriß», «Fu il falco di Helwig che lacerò crudelmente la colomba di Gurre»).
Il terzo pezzo è tratto dalla produzione del genio precoce che fu Félix Mendelssohn. Composta all’età di circa vent’anni, dopo lo straordinario successo della direzione della Passione secondo Matteo di Bach, laSinfonia n. 5 in re maggiore La Riforma, op. 107 intendeva celebrare il terzo centenario della Confessione protestante di Augusta del 1530, anche se varie vicissitudini ne ritardarono l’esecuzione al 1832 e la pubblicazione al 1868.
Lo stesso Mendelssohn ebbe un giudizio severo su quest’opera, caratterizzata da una scrittura non sempre equilibrata e non scevra da un’enfasi retorica, almeno se vista rispetto ai risultati omogenei – per esempio – de Italiana. Tuttavia, in questa Sinfonia non mancano gli elementi di interesse e novità, come il principio ciclico del materiale tematico che torna nel primo e nell’ultimo movimento, citazioni di canti religiosi e un notevole slancio emotivo, vale a dire elementi che determinarono una severa dilatazione ritmica insieme a una solennità tipica del culto riformato, per esempio con l’importante uso dello stile fugato.
Questo percorso tra i giganti dello ‘spirito’ della cultura europea moderna e contemporanea, data la sua difficoltà tecnica e interpretativa, non avrebbe potuto avere migliori interpreti di quelli ammirati nella Sala Pau Casals de l’Auditori di Barcelona, l’Orchestra Sinfonica di Barcellona i Nacional de Catalunya (OBC), il cui altissimo livello non smette mai di stupire, la mezzosoprano Nancy Fabiola Herrera, con il suo ampio e potente registro vocale, e Vasily Petrenko, la cui direzione si è distinta per eleganza e precisione.
Dunque, una serata non solo perfettamente riuscita, ma anche capace di offrire al pubblico l’invidiabile possibilità di ‘ammirare’ la musica colta occidentale in gran parte della sua complessità.
L’Auditori de Barcelona
Lepant 150. 08013 Barcelona
J. S. Bach: Musikalisches Opfer (La ofrenda musical), Ricercare, BWV 1079 (arreglo. Anton Webern) (1747) 8′
Arnold Schoenberg: Gurre-Lieder: Lied der Waldtaube (versión de cámara) (1900-1911) 13′
Félix Mendelssohn: Sinfonía n.º 5 en Re ‘La Reforma’, op.107 (1830) 27′
Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña (OBC)
Vasily Petrenko, dirección
Nancy Fabiola Herrera, mezzosoprano
Venerdì, 25 giugno 2021
In copertina: Vasily Petrenko (tutti i diritti riservati).